LOS REGÍMENES ACADÉMICOS COMO FACTOR DE CAMBIO.


Los sistemas educativos provinciales de nivel secundario están implementando una serie de cambios debido al bajo impacto en la calidad de las trayectorias escolares de adolescentes, jóvenes y adultos. Están recalibrando sus regímenes académicos para mejorar las condiciones de aprendizaje y reducir las tasas de repetición y deserción.

El informe de FLACSO, "El Régimen Académico como llave del cambio a la organización institucional de la escuela secundaria: análisis de las normativas y aportes de la investigación", revela componentes y mecanismos del sistema que requieren revisión para sugerir un cambio significativo en el corto o mediano plazo.

Se entiende que el funcionamiento de una escuela, independientemente del nivel, se estructura en torno a la organización escolar (https://educar-hacervisibleloinvisible.blogspot.com/2024/06/la-organizacion-escolar-su-importancia.html), que incluye el currículo (https://educar-hacervisibleloinvisible.blogspot.com/2024/07/gestion-curricular.html), la labor docente con su respectivo tiempo y asignación, el régimen académico y el modelo pedagógico.

EL RÉGIMEN COMO AGENTE DE CAMBIO.

El informe resalta la importancia de ver al régimen académico como un agente de cambio frente a desafíos como la deserción escolar y la repetición en la educación secundaria. En respuesta a estos desafíos, se han implementado diversas iniciativas académicas: desde escuelas de reingreso, programas de inclusión y de finalización de estudios, así como secundarias para jóvenes y adultos hasta los planes de mejora institucional que se enfocaban en guiar trayectorias educativas con problemas de regularidad, aunque no impactaba directamente en el régimen académico. 

ENTRE LA NORMATIVA Y LA REALIDAD.

En años recientes, las jurisdicciones han modificado sus sistemas educativos eliminando la promoción anual, validando los conocimientos previos de los estudiantes nuevos y creando espacios y roles de apoyo para las trayectorias académicas. No obstante, algunos análisis del impacto de estas iniciativas indican que no han logrado prevenir los problemas previamente señalados. Hay factores que están en tela de juicio como por ejemplo la cantidad de asignaturas cursadas simultáneamente, con sus diversos métodos de trabajo, evaluación y calificación, sumado a la promoción en bloque como resultado de la acumulación de asignaturas individuales, la ausencia de tiempos dedicados al trabajo colectivo docente para definir aspectos comunes de las trayectorias escolares y la falta de tiempo para el acompañamiento de dichas trayectorias. Existen jurisdicciones que poseen un amplio conjunto de normativas que regulan cada aspecto del régimen académico, pero no generan un impacto positivo en las trayectorias educativas. 

El informe de FLACSO señala que, según estudios de especialistas, las regulaciones sobre horarios y requisitos administrativos exigidos a los estudiantes tienden a desincentivar la inscripción anual. Destacan que hay una complejidad de factores estructurales, familiares y biográficos de muchos estudiantes secundarios que generan abandono, aburrimiento, desinterés que emergen también en los sectores medios; y en menor proporción, las enfermedades prolongadas propias o de familiares que requieren hospitalización y ausencia. 

Ante estas falencias señaladas, hay jurisdicciones escolares que promovieron cambios en sus regímenes como por ejemplo, la sustitución de la categoría de alumno regular por promovido/no promovido, debido a que la escolaridad obligatoria impide la existencia de estudiantes libres; la incorporación de mesas de exámenes adicionales; la licencia por maternidad/paternidad; el registro de asistencias por asignatura o campos del conocimiento; el incentivo para que los estudiantes prosigan con su educación; el derecho a estar informados sobre sus propias trayectorias educativas; y las iniciativas para reorganizar tiempos y espacios educativos, entre otros.

INCLUSIÓN INFORMAL.

Las normativas de asistencia y evaluación académica se han relajado tanto que han derivado en tolerar las inasistencias y los estudiantes aprueban el año con solo presentar un portafolio completo o sin examinar los saberes adquiridos. Estas políticas a menudo acompañan a otras que regulan, incluso por estatuto, las funciones y categorización de las instituciones educativas. Para confirmar lo expresado, hay una sección del informe que menciona a Misuraca y colegas (Misuraca 2012 y Misuraca et al., 2013), quienes analizaron los lineamientos de las políticas de evaluación desde los años noventa hasta el 2011. Según las autoras, los profesores no se han apropiado de los cambios conceptuales reflejados en las normativas, enfocándose más en tareas burocráticas-administrativas. 

Hay estudios de caso que evidencian una brecha entre las necesidades de las trayectorias educativas y el escaso tiempo institucional disponible para que los docentes realicen un seguimiento exhaustivo. Existe una relación intrínseca entre la carga horaria de los docentes en sus respectivas instituciones, la carencia de horas institucionales remuneradas y la formación disciplinaria específica que reciben en los institutos de formación, la cual a menudo omite la formación integral de cada trayectoria escolar. Octavio Falconi, citado en el informe de FLACSO, estudió las prácticas docentes y, en particular, el modo en que evaluaban en la provincia de Córdoba. Los profesores que trabajan en muchos colegios cordobeses deben generar numerosas calificaciones durante el año escolar ya que en esta provincia [al momento de la investigación] exigía que los estudiantes obtuvieran al menos dos notas por trimestre. Esto llevaba a que los docentes adopten métodos de evaluación como el desempeño en clase, mantener al día la carpeta, entregar las guías de trabajo, entre otros. Por lo tanto, los profesores tienden a valorar el comportamiento y el esfuerzo demostrado por cada estudiante, reconociéndose una suerte de "flexibilización" y "negociación" para asegurar la regularidad.

LA PROBLEMÁTICA DE LA DESERCIÓN Y LAS OPCIONES REMEDIALES.


Valeria Dabenigno, quien conformó el Centro Interdisciplinario de Metodología de las Ciencias Sociales bajo el CONICET, ha señalado que cuando un estudiante no tiene opciones de elegir la escuela donde asiste, tiende a no comprometerse con su oferta educativa y al no sentirse parte de ella, existen ciertas chances que abandone. 
Para dar respuesta al abandono escolar, las normas institucionales buscan incluir a los jóvenes a través de tutorías que favorecen la integración de los alumnos de primer año como estudiantes de secundaria, enfatizando el seguimiento de la asistencia y el rendimiento académico, clases de refuerzo, iniciativas que refuerzan la lectura y escritura, el desarrollo de materiales didácticos, nuevos roles para los preceptores y la utilización educativa del tiempo libre, entre otras. (Dabenigno et al., 2010; Acosta, 2009).

Aunque se intensifiquen y expandan los instrumentos y estrategias, si no revitalizamos nuestras prácticas docentes, si el educador no se conecta con su grupo de estudiantes, si se continúa enseñando para memorizar, la clase se torna tediosa y poco estimulante. Es necesario reconsiderar el método de enseñanza. Que el docente enseñe no implica necesariamente que el estudiante aprenda.

Otras jurisdicciones han optado por crear nuevas instituciones con características distintas a las escuelas tradicionales, como las Escuelas de Reingreso (EdR), los Centros de Escolarización para Jóvenes y Adultos (CESAJ), la Escuela Centro de Cambios, el Programa de Inclusión y Terminalidad, entre otras iniciativas intensivas. Las EdR sugieren una organización institucional innovadora para el sistema educativo de Argentina. Reconsidera la escuela graduada y los agrupamientos homogéneos, ofreciendo la posibilidad de cursar por trayectos y reagrupar a los estudiantes. Sin embargo, la investigación señala que el currículo mosaico se mantiene sin cambios, ya que la asignatura sigue siendo la unidad de acreditación, sin espacios para la articulación de contenidos, algo parecido al FINES 2 o al actual Sistema Integral de Gestión de Oportunidades (SIGO) que implemento Santa Cruz.

Lo interesante de estas experiencias es que implementan estrategias que, teóricamente, buscan solucionar las discontinuidades en las trayectorias educativas que produce el secundario tradicional: la creación de itinerarios pedagógicos alternativos con menos asignaturas y menor carga horaria; la preparación en horario opuesto de las materias pendientes (que pueden llegar a ser tres); proyectos de apoyo para asistir a los alumnos con dificultades académicas, todo dentro del marco de las horas institucionales que antes financiaba el gobierno nacional y ahora cada provincia, aunque muchas se han eliminado por recortes presupuestarios.

En cuanto al régimen académico de los colegios secundarios para jóvenes y adultos CESAJ (anteriormente CENS o EPJA), se destacan las siguientes características importantes:

  • Acreditación: Los estudiantes no rinden exámenes tradicionales, sino que deben completar satisfactoriamente cada secuencia didáctica de una asignatura para avanzar a la siguiente (como una correlatividad). Si no logran aprobar en el tiempo previsto, continuarán trabajando con un docente tutor, siguiendo las directrices del profesor de la materia, hasta que se determine que están listos para ser evaluados por el profesor de la asignatura.
  • Localización: Se llevan a cabo en distintos espacios físicos, como escuelas, centros de organización social, parroquias, etc. (anexos), pero todos los alumnos pertenecen al registro de una escuela principal o sede de referencia.

Basándose en las opiniones de estudiantes y docentes, se puede afirmar que lo más valorado es:

  • Socialización escolar: se enfoca en la construcción del rol del estudiante.
  • Reconocimiento: La confianza y la autoestima de los estudiantes son altamente valoradas. Para ellos, esto puede ser más significativo que los cambios en el sistema académico. 
  • Escala: los docentes aprecian la flexibilidad y la oportunidad de trabajar con grupos pequeños.

LA EVALUACIÓN COMO MOTOR DE CAMBIO EN LOS RA.

Un estudio de Unicef – FLACSO (Tiramonti et al. 2018) examinó la implementación de nuevas iniciativas en la escuela secundaria de cuatro provincias, las cuales introducen cambios en distintas dimensiones del régimen académico. Se analizaron diversas estrategias de implementación adoptadas por estas jurisdicciones. Algunas de estas estrategias son graduales y progresivas, mientras que otras buscan aplicarse de manera simultánea en todas las instituciones; algunas son intensivas pero limitadas a pocas escuelas, otras son extensivas y universales, y algunas combinan ambos enfoques.

Las modificaciones se centran en las modalidades de evaluación, la organización de tiempos y espacios, el rol docente, la estructura curricular, las prácticas de enseñanza y evaluación, y las interacciones entre docentes y estudiantes, entre otros aspectos. Estos cambios parecen responder a los desafíos de la escuela para integrar nuevos sectores y modificar la organización institucional, preocupaciones presentes en las iniciativas examinadas en el capítulo, así como en la relación con el conocimiento a través de la dimensión curricular.

Reitero lo manifestado en artículos previos de "Educar...". Cualquier modificación en el sistema educativo, especialmente en el nivel secundario, requiere que los cambios sean integrales. Toda reforma curricular debe impactar en el régimen académico como, por ejemplo, la creación de espacios curriculares de definición institucional, la integración transversal de contenidos (como en el caso de la Educación Sexual Integral), y la implementación de Espacios Curriculares Específicos y Obligatorios (ECEO), además de ofrecer la elección de itinerarios artísticos y orientaciones en el Ciclo Superior, tal como se ha implementado en Río Negro. 

Valoro el esfuerzo de esta provincia argentina debido a que sus reformas educativas aprecian la interdisciplinariedad, la integración y la conexión entre diferentes disciplinas y áreas; fomentan la creación de espacios colaborativos; mejoran la planificación pedagógica asociado al Proyecto Curricular Institucional y adoptan nuevos métodos y estrategias de enseñanza y evaluación. Estos cambios son reconocidos por expertos, educadores y la comunidad escolar, aunque conllevan procesos de adaptación que demandan recursos (como infraestructura, equipamiento, nombramientos de nuevos docentes, formación específica, etc.) y plazos que los políticos no siempre están dispuestos a proporcionar.

En la próxima publicación, concluiremos esta temática intentando anticipar los desafíos que enfrentan las jurisdicciones al momento de reformular sus sistemas académicos.

EHVLI.

 FUENTE DOCUMENTAL

  https://www.flacso.org.ar/wp-content/uploads/2020/01/Regimen-Academico-cambio-organizacion-institucional-escuela-secundaria.pdf

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