LA ORGANIZACIÓN ESCOLAR COMO DISCIPLINA. 1.
Se asume la Organización Escolar como una disciplina científica perteneciente al campo de la Dirección en la Educación.
Esta entidad se fundamenta en un marco teórico y conceptual que engloba los elementos cruciales para su operación: legislación, principios, contenidos, métodos de investigación y estudio, así como sistemas de control y evaluación provenientes de la Pedagogía y la Gestión Educativa.
Sin embargo, ella no determina las formas de actuación de los elementos humanos dentro del sistema directivo; en cambio, la realización contextual emerge de la cosmovisión y del enfoque teórico, metodológico y práctico de los individuos que dirigen los procesos.
- Los principios generales de la educación, de la dirección y los objetivos estatales elaborados anualmente.
- El diagnóstico integral de la escuela y la comunidad. Decidir qué aspecto de la institución mejorar requiere un diagnóstico, la instancia para detenerse a analizar la escuela integralmente.
- La importancia del diagnóstico es que brinda información sobre las condiciones, procesos y resultados que importan para la meta de la escuela: que TODOS los alumnos aprendan.
- Analizar la situación de la escuela en general y las condiciones y prácticas institucionales vinculadas al aprendizaje.
- Tener en claro el objetivo que se quiere lograr y evaluar la distancia entre la escuela deseada y la escuela actual.
- Definir los problemas institucionales que explican la distancia entre la situación actual y la deseada.
Las prioridades y la proyección estratégica son fundamentales en cada nivel de dirección. El Proyecto Educativo Institucional constituye un elemento clave en la administración educativa, ya que define las directrices, principios, metas y estrategias pedagógicas que guían el proceso educativo de nuestra institución.
Se centra en la adaptación de una nueva propuesta educativa a las necesidades y contextos contemporáneos, promoviendo la innovación, la inclusión y la excelencia en la educación.
Las aspiraciones del modelo educativo en cuestión, así como los objetivos de cada nivel y grado, representan las metas deseadas en términos de aprendizajes esperados, desarrollo integral de los estudiantes y fortalecimiento de sus competencias.
El contenido, los métodos y los estilos de dirección son importantes. Se espera que, en este punto, cada institución elija el enfoque pedagógico que guiará sus prácticas educativas, destacando, dentro de sus posibilidades, la relevancia de metodologías activas, colaborativas, inclusivas y basadas en competencias.
La creación de un entorno adecuado para el desarrollo del proceso educativo es crucial. Es relevante resaltar que el Ambiente Escolar se configura como un espacio para el crecimiento de la vida escolar, facilitando el establecimiento de una forma de concebir, comprender, actuar y existir en el ámbito educativo de una institución y su comunidad.
El rol del docente en la gestión del proceso educativo en el aula y otras estructuras organizativas es crucial. Para ello, es esencial que cada equipo docente se mantenga profesionalmente actualizado. No basta con que una autoridad superior establezca una política de capacitación docente para que las instituciones actúen. Cada dirección escolar posee la autoridad requerida para organizar encuentros o jornadas de trabajo que renueven los conocimientos y destrezas pedagógicas, fomentando así la investigación y la innovación en la educación.