Corrientes filosófico-políticas que moldean la educación en Argentina y América Latina.
“La educación es una antinomia: debe formar al hombre libre, pero también debe guiarlo. ¿Cómo educar sin limitar? ¿Cómo orientar sin imponer?”
— Vicente Fatone, La educación del hombre argentino, Revista Sur, 1936
Con esta tensión fundante, Vicente Fatone nos invitaba a pensar la educación como un campo de paradojas: entre libertad y la sistematización, entre autonomía y responsabilidad. En aquel entonces, lo que se debatía en los centros de formación docente era la continuidad del "normalismo" instruido bajo los preceptos positivistas. En otras palabras, Fatone centraba los problemas de la educación en la formación docente (de grado) y en su sistema estructurado que "cosificaba" el aprendizaje. A casi un siglo de ese planteo, las reformas educativas en Argentina y América Latina siguen atravesadas por dilemas similares, aunque bajo nuevas formas y discursos. ¿Qué tipo de sujeto se busca formar hoy? ¿Qué modelos de sociedad se proyectan desde las aulas? ¿Qué corrientes filosóficas y políticas están detrás de los cambios curriculares, las políticas docentes y las evaluaciones estandarizadas?
Veamos esta sintética cronología de las principales corrientes filosófico-políticas que influyeron en la educación argentina durante el siglo XX, con sus contextos históricos y tensiones.
Cronología de corrientes filosófico-políticas en la educación argentina (siglo XX)
1900–1930: Liberalismo pedagógico y positivismo
- Contexto: Consolidación del Estado nacional, expansión del sistema educativo público.
- Influencias: Juan Bautista Alberdi, Herbert Spencer, Comte.
- Características:
- Educación como herramienta de progreso y orden.
- Enfoque enciclopedista, disciplinador y meritocrático.
- Formación de ciudadanos obedientes y productivos.
1930–1955: Nacionalismo pedagógico y humanismo cristiano
- Contexto: Golpes militares, gobiernos conservadores, luego el peronismo.
- Influencias: Tomás Casares, Jaime Rest, pensamiento escolástico.
- Características:
- Revalorización de la identidad nacional y religiosa.
- Educación moral, patriótica y confesional.
- En el peronismo: inclusión social, formación del “hombre nuevo” trabajador desde una perspectiva tercermundista, sin encasillarse en pensamientos ligados a la bipolaridad ideológica de la época.
1955–1976: Renovación pedagógica y pensamiento crítico
- Contexto: Revolución Libertadora, gobiernos democráticos y dictaduras.
- Influencias: Existencialismo, marxismo, pedagogía activa.
- Referentes: Paulo Freire, Jean Piaget, Alejandro Korn, Vicente Fatone.
- Características:
- Crítica al autoritarismo escolar.
- Educación como práctica de libertad y conciencia.
- Experiencias de educación popular y comunitaria.
1976–1983: Represión y tecnocracia educativa
- Contexto: Dictadura militar.
- Influencias: Neoconservadurismo, anticomunismo, tecnocracia.
- Características:
- Censura de contenidos, persecución docente.
- Educación como adoctrinamiento y control.
- Desarticulación de experiencias críticas.
1983–1990: Democratización y pedagogía crítica
- Contexto: Retorno democrático.
- Influencias: Freire, Giroux, pedagogía latinoamericana.
- Características:
- Revalorización de la escuela pública.
- Formación ciudadana, derechos humanos.
- Debates sobre currículo, participación y autonomía.
1990–2001: Neoliberalismo y gerencialismo educativo
- Contexto: Reformas estructurales, Ley Federal de Educación (1993).
- Influencias: OCDE, Banco Mundial, pensamiento empresarial.
- Características:
- Descentralización sin recursos.
- Evaluación por resultados, competencias.
- Fragmentación del sistema educativo.
2001–2015: Recuperación estatal y pedagogías inclusivas
- Contexto: Crisis social, gobiernos progresistas.
- Influencias: Educación popular, feminismo, interculturalidad.
- Características:
- Ley de Educación Nacional (2006).
- ESI, inclusión, derechos educativos.
- Expansión de la formación docente y la investigación.
2015–2025: Tensiones entre mercado y derechos
- Contexto: Alternancia política, pandemia, digitalización.
- Influencias: Neoliberalismo renovado vs. pedagogías críticas.
- Características:
- Disputas por el sentido de la escuela pública.
- Avance de plataformas, algoritmos y control digital.
- Resistencias territoriales, feministas y decoloniales.
Desde los años noventa, el neoliberalismo se ha instalado como matriz dominante en las reformas educativas de Argentina y la región. Bajo la promesa de modernización y eficiencia, se promovió la descentralización del sistema, la estandarización del conocimiento y la evaluación por resultados. La educación comenzó a ser concebida como un servicio, el docente como un profesional “eficiente” que debe rendir cuentas, adaptarse y actualizarse constantemente; el aprendizaje como un producto capaz de ser evaluable en función de su utilidad y el estudiante como un agente económico que debe adaptarse a las demandas cambiantes del mercado.
Christian Laval advierte que esta lógica transforma a la escuela en una empresa, donde el rendimiento reemplaza al sentido pedagógico y la competencia desplaza a la cooperación (La escuela no es una empresa, 2004). En esta misma línea, Pablo Gentili señala que las reformas neoliberales despolitizan la educación, vaciándola de contenido histórico y comunitario (Pedagogía de la igualdad, 2011).
Sin embargo, estas políticas no se presentan como ideológicas, sino como técnicas. La gubernamentalidad, tal como la analiza Michel Foucault, opera a través de dispositivos de control “blandos”: rúbricas, protocolos, metas, indicadores. El docente ya no es un intelectual crítico, sino un gestor de aprendizajes, responsable de su propio “desempeño”. Esta lógica se refuerza con el discurso de las competencias, promovido por organismos como la OCDE y el Banco Mundial. En su informe The Future of Education and Skills 2030 (2018), la OCDE sostiene que la educación debe preparar para un mercado laboral flexible, desarrollando habilidades blandas y competencias transferibles. James Tooley, en The Beautiful Tree (2009), incluso celebra la competencia entre escuelas como motor de mejora educativa.
Ingresando al siglo XXI y tras superar la crisis socioeconómica del 2001, Argentina implementó una serie de leyes y medidas que postulaban un cambio a las propuestas neoliberales. La actual Ley 26.206 de Educación Nacional (2006) se inscribe en un pensamiento filosófico y político de corte humanista, democrático y social, con influencias de la pedagogía crítica latinoamericana. Busca superar el paradigma neoliberal de los años 90 y recuperar el rol del Estado como garante del derecho a la educación. Estos principios se vinculan con el pensamiento de Paulo Freire, la pedagogía de la igualdad de Pablo Gentili y las corrientes latinoamericanas que entienden la educación como herramienta de transformación social.
Para los especialistas más críticos, la Ley 26.206 de Educación Nacional (2006) representó un avance normativo importante, pero no logró desmantelar completamente los postulados neoliberales heredados de la reforma educativa de los años 90. Consideran que se intentó revertir el paradigma neoliberal, pero su implementación ha sido parcial, tensionada y muchas veces contradicha por políticas posteriores. Pese a su marco normativo progresista, no logró desmontar del todo la matriz tecnocrática y mercantil que sigue operando en el sistema educativo argentino.
Entrados a la segunda década de este siglo, este modelo ha mutado. El neoliberalismo renovado ya no se presenta con el lenguaje duro de los años noventa, sino con discursos de innovación, flexibilidad y transformación digital. La evaluación se automatiza, el control se ejerce a través de plataformas y algoritmos, y el docente se convierte en operador de sistemas más que en constructor de saberes. La OCDE, en su informe The Future of Education and Skills 2030 (2018), promueve una educación centrada en competencias transferibles, resiliencia y adaptabilidad, preparando a los estudiantes para un mercado laboral incierto y competitivo.
Este nuevo paradigma suaviza su ideología con términos como “ecosistemas de aprendizaje”, “trayectorias personalizadas” o “agilidad educativa”, pero mantiene la lógica de mercado. Se individualiza el éxito, se traslada la responsabilidad al estudiante, y se coloniza el aula con metodologías empresariales como design thinking, una metodología centrada en la resolución creativa de problemas, que busca desarrollar empatía, colaboración y pensamiento crítico en los estudiantes; o scrum educativo, una metodología ágil adaptada del mundo del desarrollo de software que se aplica en contextos pedagógicos para fomentar el trabajo colaborativo, la autonomía y la resolución de problemas en equipo. Como advierte Giselle González en sus estudios sobre reforma universitaria, esta “segunda generación de reformas” ya no se presenta como ajuste, sino como modernización, lo que la vuelve más difícil de resistir.
Frente a este modelo, emergen corrientes críticas que disputan el sentido de la educación. La pedagogía decolonial, impulsada por autores como Catherine Walsh y Boaventura de Sousa Santos, propone desmontar el eurocentrismo curricular y recuperar saberes indígenas, afrodescendientes y populares. El feminismo pedagógico, con referentes como bell hooks (Teaching to Transgress, 1994), introduce el cuidado, la afectividad y la equidad como ejes centrales, cuestionando las estructuras patriarcales de la escuela. La educación popular, inspirada en Paulo Freire, promueve el diálogo horizontal, la conciencia crítica y la articulación con el territorio.
En Argentina, estas tensiones se expresan en debates sobre la ESI, la formación docente, la evaluación, la inclusión y el financiamiento. Mientras algunas políticas reproducen la lógica del mercado, otras intentan construir espacios de "resistencia" pedagógica, desde experiencias comunitarias, rurales, interculturales o feministas. La escuela pública sigue siendo un campo de disputa, donde se juega no solo el acceso al conocimiento, sino la posibilidad de imaginar otros futuros.
Educar es disputar sentidos. Cada decisión curricular, cada reforma, cada política pública lleva consigo una visión del mundo. Por eso, desde Educar, hacer visible lo invisible, proponemos repensar los modelos hegemónicos existentes, para construir alternativas superadoras a corto plazo. Como escribió Vicente Fatone, "...la educación es sabiduría, no conocimiento..." Buscar un equilibrio entre calidad e inclusión implica reconocer la diversidad de territorios, culturas y trayectorias. Implica formar sujetos libres, pero también solidarios; críticos, pero también comprometidos con su entorno territorial, cultural y social. Implica, en definitiva, recuperar el sentido profundo de la educación como práctica de libertad, pero con una visión comunitaria.
Fuentes bibliográficas y periodísticas
- Fatone, Vicente. La educación del hombre argentino. Revista Sur, Nº20, mayo de 1936.
- Freire, Paulo. Pedagogía del oprimido. Siglo XXI Editores, 1970.
- Gentili, Pablo. Pedagogía de la igualdad. Siglo XXI Editores, 2011.
- Walsh, Catherine. Interculturalidad, conocimiento y decolonialidad. Universidad Andina Simón Bolívar, 2009.
- Hooks, Bell. Teaching to Transgress: Education as the Practice of Freedom. Routledge, 1994.
- Laval, Christian. La escuela no es una empresa: El neoliberalismo contra la educación. Octaedro, 2004.
- Tenti Fanfani, Emilio. La escuela vacía. Siglo XXI Editores, 2010.
- Torres, Carlos Alberto. Neoliberalism, Globalization and Human Capital: Central Issues in Contemporary Education. Comparative Education, Vol. 37, No. 4, 2001.
- OCDE. The Future of Education and Skills 2030. OECD Publishing, 2018.
- Tooley, James. The Beautiful Tree: A Personal Journey Into How the World's Poorest People Are Educating Themselves. Cato Institute, 2009.
- Banco Mundial. Informe sobre educación en América Latina y el Caribe. Varios años.
- Página/12. “La trampa de las competencias”. Suplemento Radar, 2022.
- El Cohete a la Luna. “Educación y mercado: ¿quién decide qué se enseña?”. 2023.
- Revista Anfibia. “La escuela como territorio de disputa”. 2021.
Lecturas recomendadas para seguir pensando
Si esta entrada te dejó con preguntas, inquietudes o ganas de ir más allá, aquí te compartimos algunas obras y artículos que pueden acompañarte en ese recorrido. Son textos diversos, críticos, y profundamente comprometidos con la educación como práctica de libertad.


