ALFABETIZACIÓN: UNO DE CADA DOS ESTUDIANTES DE TERCER GRADO, NO COMPRENDE LO QUE LEE.

Tras los debates sobre el presupuesto que el gobierno nacional destinó en respuesta a las demandas de las universidades argentinas, y la gran marcha en apoyo a las universidades públicas, recientemente se han divulgado datos de alfabetización inicial conocidos desde 2019 por un informe de la UNESCO. Estos datos preocupantes señalan que, en Latinoamérica, y particularmente en Argentina, uno de cada dos ESTUDIANTES de tercer grado no comprende lo que lee.

El diagnóstico es claro: de acuerdo con las pruebas regionales ERCE 2019 de la UNESCO, en Argentina, el 46% de los niños de tercer grado no cumple con el nivel de lectura esperado. Este porcentaje aumenta al 61.5% entre los estudiantes de me
nor nivel socioeconómico. Además, solo el 14% de los alumnos alcanza el nivel más alto de desempeño en lectura. En contraste, el promedio para la región es del 21%, llegando al 30% en Brasil y Perú.

Este problema se mantiene a lo largo de la escolaridad y no solo incide en los alumnos de sectores vulnerables, sino que constituye un problema estructural. Los resultados de PISA 2022 para estudiantes de 15 años indican que el 30% de los alumnos argentinos de nivel socioeconómico alto no logran el nivel mínimo en comprensión lectora, cifra que se eleva al 70% entre los de nivel socioeconómico bajo. (Fuente: Infobae Educación)

Veamos detalladamente lo que expresa el informe de UNESCO. 

"En promedio, en los 16 países de la región, el 40% de los estudiantes de tercer grado y el 60% de sexto grado de primaria no alcanzan el nivel mínimo de competencias esenciales en lectura y matemáticas. Además, en la mayoría de los países de la región no se observaron mejoras significativas en los logros de aprendizaje de los estudiantes de primaria entre 2013 y 2019, y algunos incluso experimentaron retrocesos. El estudio revela que América Latina y el Caribe están enfrentando una crisis educativa y que avanzar en la consecución de aprendizajes fundamentales sigue siendo un desafío pendiente para garantizar el derecho a una educación de calidad. En tercer grado, a nivel regional, el 55.7% de los estudiantes lograron superar el Nivel I de logro. Esto indica que, al leer textos apropiados para su edad, son capaces de localizar al menos información o relaciones presentadas de manera literal y hacer inferencias a partir de información claramente sugerida, destacada o reiterada". Los aprendizajes fundamentales en América Latina y el Caribe Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE 2019)

Frente a este panorama, resulta pertinente visualizar algunos posibles motivos que generan estos resultados. 

De acuerdo mencionado informe, la repitencia de grado se asocia sistemáticamente con menores logros de aprendizaje por parte de los estudiantes. En la región, el porcentaje de estudiantes que han repetido al menos una vez durante su educación primaria varía considerablemente. En 3° grado, va desde un 5% en Cuba hasta un 34% en Nicaragua. Para 6° grado, la variación es de un 2% en Cuba a un 37% en Colombia. Los estudiantes que han repetido un grado obtienen, en promedio, 65 puntos menos en las evaluaciones en comparación con aquellos que no han repetido. Esta diferencia puede oscilar entre 20 y 100 puntos dependiendo del país, y la desventaja asociada con la repetición se mantiene incluso después de ajustar por diferencias socioeconómicas.

El ausentismo escolar es otra problemática que impacta negativamente en los logros de aprendizaje. Los estudiantes que se ausentan dos veces o más en el último mes, lo que equivale a un 10% o más de los días lectivos, tienen, en promedio, 16 puntos menos. Es importante señalar que estas cifras varían entre países, pero consistentemente muestran una relación inversa entre el ausentismo y el rendimiento académico. [1] Estos hallazgos están en línea con investigaciones anteriores que definen el ausentismo crónico como la falta al 10% de los días de clase, lo cual está vinculado con un rendimiento inferior.

Los estudiantes de pueblos originarios presentan desventajas sistemáticas en los logros de aprendizaje. En el ERCE 2019, el porcentaje de estudiantes que pertenecen a un pueblo originario varía entre un 4% en Costa Rica hasta un 68% en Guatemala. Cuba, República Dominicana y Uruguay no presentan población indígena entre sus estudiantes. Los estudiantes de 6° grado que pertenecen a un pueblo originario obtienen, en promedio, 22 puntos menos en las pruebas del ERCE 2019 en comparación con sus pares no indígenas. [2]

Es esencial considerar cómo las características de los estudiantes y sus familias se relacionan con los logros de aprendizaje. La UNESCO ha identificado que los aspectos de la trayectoria escolar y las prácticas educativas son predictores significativos del rendimiento académico. Se ha observado que los estudiantes con educación preescolar previa logran mayores avances en aprendizaje en todos los niveles y materias evaluadas. 

Fíjense este dato. En promedio, "los estudiantes que asistieron a la educación preescolar obtuvieron 28 puntos más que aquellos que no. Aunque esta tendencia es común en la mayoría de los países, es importante señalar que, en algunos, la ventaja se neutraliza al ajustar por diferencias socioeconómicas familiares, como sucede en Colombia, Ecuador, Nicaragua y República Dominicana en Lectura y Matemáticas de 3° grado. La correlación positiva entre la asistencia preescolar y el rendimiento académico concuerda con la literatura existente, ya que varios estudios sugieren que la educación preescolar de calidad genera beneficios significativos en el aprendizaje" [3](por ejemplo, Burger, 2016; Melhuish et al., 2013).

Pero este último factor es el que deberíamos prestar mayor atención: el involucramiento parental. Los estudiantes cuyos padres participan más frecuentemente en las actividades educativas en casa, ganan en promedio 12 puntos más que aquellos cuyos padres están menos involucrados. Esto se mantiene incluso después de ajustar por diferencias socioeconómicas. "El involucramiento de los padres incluye ayudar con las tareas, mostrar interés en las calificaciones y otras actividades similares. Los hallazgos del estudio indican que las expectativas positivas y la participación activa de los padres en la educación están vinculadas a un ciclo virtuoso que mejora el rendimiento académico, lo cual debe ser fomentado". [4] Es importante destacar que esta diferencia es más notoria en tercer grado que en sexto, posiblemente debido a la menor autonomía de los estudiantes más jóvenes.

La Secretaría de Educación Nacional ha declarado este asunto como una prioridad de su gestión actual, y los ministerios provinciales de educación están elaborando sus planes para presentarlos ante el Consejo Federal de Educación. Paralelamente, un colectivo de 180 ONGs encabezadas por "Argentinos por la Educación" ha reiniciado una campaña nacional para concienciar sobre la importancia de dar prioridad a este desafío.

Frente a esta situación, la Campaña Nacional por la Alfabetización invita a compartir en redes sociales una foto mientras se lee un libro, revista, canción o poema, utilizando el hashtag #QueEntiendanLoQueLean. El objetivo es hacer que la sociedad reconozca la importancia de la alfabetización inicial, incentivando así a los gobiernos nacionales y provinciales a darle prioridad a las políticas relacionadas con esta temática.

De hecho, varios gobernadores y el presidente Javier Milei han firmado compromisos públicos para priorizar la alfabetización en sus administraciones. Milei se sumó al "Compromiso por la Alfabetización" durante la campaña electoral del año anterior, al igual que la mayoría de los demás candidatos a la presidencia.

Durante la última reunión del Consejo Federal en febrero, los ministros de Educación de todas las provincias consensuaron directrices para desarrollar sus programas de alfabetización, que serán presentados la semana entrante. Las 24 jurisdicciones se comprometieron a diseñar un plan con indicadores de progreso que especifiquen la manera en que se evaluarán los avances de los estudiantes. La Secretaría anunció que se dará "libertad de métodos" y que las tácticas iniciales se enfocarán en los niños de 0 a 8 años.

Esta "libertad de métodos" responde a que estamos bajo un sistema federal, por lo tanto, cada provincia define como llevar adelante la alfabetización con los recursos que cuente. En nuestro país, la tradición ha sido exponer al estudiante a la lectura por parte del docente en clase, fomentando que esta continúe en casa. El docente actúa como intermediario entre el estudiante y la sociedad letrada. Claramente, el método utilizado se ha fragmentado.

Pero hagamos memoria de nuestra escolaridad inicial. ¿cómo aprendimos a leer y a entender lo que leíamos? Además de leer y manipular libros constantemente, nos enseñaban letra por letra cómo se escribía y cómo debía leerse. Practicábamos la lectura en voz alta en clase desde el inicio del primer grado. Cabe destacar que la señorita Amelia, nuestra maestra de primer grado, jugaba un papel fundamental en este proceso de aprendizaje, y mis padres apoyaban sus métodos.

Por eso considero importante deconstruir el rol del docente alfabetizador en el sistema educativo actual. El docente posee conocimientos que el niño desconoce, y para eso existe el sistema educativo. Seguramente, los niños saben muchas cosas que el docente ignora. Sin embargo, existe un conjunto de conocimientos, saberes, información y habilidades que la sociedad ha decidido impartir a través del sistema educativo. Por ello, debemos enseñar a leer, escribir, sumar y restar. Es necesario enseñar esto, ya que, aunque algunos niños llegan a la escuela con estos conocimientos, la gran mayoría no. En un país donde el 50% está por debajo de la línea de pobreza, la mayoría de los niños no tiene este saber. https://www.ellitoral.com.ar/corrientes/2024-4-14-1-19-0--tenemos-chicos-sin-saber-leer-en-secundaria-estan-condenados-por-el-mismo-sistema

Los datos proporcionados por la UNESCO destacan dos aspectos importantes. El primero es que los procesos cerebrales involucrados en el aprendizaje de la lectura son siempre iguales. En segundo lugar, un estudiante suele empezar a leer sus primeras palabras en voz alta aproximadamente entre los cuatro y seis meses. Así, voy evaluando continuamente, ya que los escucho todo el tiempo y percibo en clase quién requiere más práctica.

Además, deberían realizarse evaluaciones censales en las escuelas, es decir, que todos los niños sean evaluados al menos desde el final del primer grado, una práctica que actualmente se lleva a cabo de manera esporádica en pequeños grupos o durante actividades de lectura.

Muchos se preguntan: ¿por qué esperar hasta tercer grado para evaluar si los estudiantes pueden leer y comprenden lo que leen? La evaluación continua no implica que los niños deban repetir el año, sino que el docente debe retomar el trabajo con ellos en ese instante. Es responder a la intervención y lo que permite adaptarse al ritmo de aprendizaje individual de cada estudiante. A muchos docentes se les ha enseñado que corregir errores puede ser perjudicial para los niños, cuando en realidad es parte esencial del aprendizaje. En las últimas dos décadas, las escuelas argentinas se han llenado de carteles que dicen "está bien equivocarse, es necesario errar para aprender", y aunque es verdad, debe seguirle un docente que explique y corrija el error. De lo contrario, no se produce aprendizaje.

En el ámbito educativo, se conoce como "efecto Mateo" un fenómeno identificado por el psicólogo canadiense Keith Stanovich. Este efecto describe cómo los individuos que desarrollan habilidades de expresión escrita y oral desde temprana edad tienden a mejorarlas progresivamente. Por otro lado, aquellos que demoran en adquirirlas experimentan un sentimiento de fracaso y resistencia, lo que los lleva a leer y escribir menos, aumentando así su desventaja frente a quienes ya poseen competencias en lecto-escritura y que, al sentirse satisfechos con sus habilidades, practican aún más y mejoran continuamente.

Para contrarrestar este fenómeno, es efectivo que los educadores motiven a los infantes a progresar y dediquen más tiempo a aquellos que lo requieran. Es importante evitar comparaciones entre los estudiantes y fomentar que los niños no compitan entre sí, sino que busquen superarse a sí mismos. Esto representa la aplicación de la igualdad de oportunidades, permitiendo que aquellos que aún no han desarrollado las habilidades del resto, avancen gradualmente hacia el nivel del grupo, en lugar de quedarse rezagados. https://educacion.laguia2000.com/general/el-efecto-mateo-en-educacion

LO MÁS LEÍDO