Educación a distancia en Argentina: Ventajas, desventajas, experiencias implementadas y perspectivas a futuro.

En 2020, debido a la pandemia, se derogó temporalmente el artículo de la ley nacional de educación que prohibía la secundaria online, permitiendo así que los estudiantes continuaran aprendiendo en circunstancias excepcionales. Con el regreso a la presencialidad, se reestableció la ley original. Posteriormente, la Ley Bases introdujo nuevas modificaciones, permitiendo que los estudios a distancia se ofrezcan como una alternativa a la educación presencial desde el segundo tramo de primaria para menores de 18 años, adaptándose a diversas modalidades educativas.

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En 2022, el Observatorio Argentinos por la Educación informó que el abandono escolar en la secundaria alcanzaba el 15%, mientras que uno de cada cuatro estudiantes faltaba más de 20 días al año. Esta situación subraya la necesidad urgente de superar estos desafíos, y una de las soluciones radica en innovar y ampliar la oferta educativa, camino hacia la virtualidad.

El aula virtual, al ser transnacional y generalizado, redefine el concepto de escuela. Ofrece oportunidades de comunicación entre la presencialidad y la virtualidad, aunque a menudo genera resistencia debido a la falta de conocimiento. 

Mientras en la provincia de Santa Cruz optan por cerrar experiencias virtuales en la educación de jóvenes y adultos, otros ven en ella una oportunidad para ser utilizada de manera prudente. Con la irrupción de la inteligencia artificial, la educación formal se ve obligada a transformarse, un cambio que debemos acompañar. Ken Robinson sostenía que se necesita una revolución, más que una simple evolución, en el ámbito educativo.

La virtualidad ha permitido a muchos estudiantes seguir con su formación académica desde cualquier rincón del país, sin necesidad de moverse y ahorrando en gastos asociados. Pero ojo, también hay desafíos que hay que enfrentar para asegurar una educación de calidad.

Por un lado, tenemos las ventajas:

  • Flexibilidad: Los alumnos pueden acceder a los contenidos desde donde estén, ideal para aquellos que viven lejos de los centros educativos tradicionales.

  • Ahorro de Tiempo y Dinero: Se elimina la necesidad de viajar todos los días, lo que ahorra tiempo y reduce costos.

  • Aprendizaje Personalizado: Los estudiantes avanzan a su propio ritmo y pueden revisar los materiales las veces que necesiten.

  • Desarrollo de Habilidades Digitales: Promueve la adquisición de habilidades esenciales para el mundo laboral actual.

 Por otro lado, los desafíos no se quedan atrás:

  • Interacción Social: La falta de interacción cara a cara puede afectar el desarrollo de habilidades comunicativas y la creación de redes de contacto.

  • Sentimientos de Aislamiento: No tener un entorno académico físico puede hacer que los estudiantes se sientan solos.

  • Autodisciplina: Es crucial la gestión del tiempo y la autodisciplina, ya que la falta de una estructura rígida puede dificultar la organización del estudio.

  • Infraestructura Tecnológica: La calidad de la educación a distancia depende de la infraestructura tecnológica, y en Argentina, la conectividad a Internet no es uniforme, lo que puede generar desigualdades en el acceso.

En cuanto a las perspectivas futuras, parece que la educación en Argentina se moviliza hacia modelos híbridos que combinen lo mejor de la enseñanza presencial y virtual. 

Santa Cruz fue pionera en implementar la educación a distancia en el nivel secundario de jóvenes y adultos con la experiencia SIGO 3.0. En 2018, el Consejo de Educación, a través de la Coordinación Provincial SIGO, normó el Sistema de Gestión de Oportunidades (SIGO) con tres regímenes opcionales de cursado: presencial, bimodal (virtual-presencial) y técnica. La bimodalidad intentaba dar respuesta a ciudadanos jóvenes y adultos que no podían asistir con regularidad a las clases presenciales.

La metodología de SIGO 3.0 consistía en el uso de una plataforma virtual que posibilitaba la elaboración de recorridos educativos bimodales, es decir que se alternan espacios de presencialidad con la virtualidad (sincrónicos y asincrónicos). Ofrecían cuatro orientaciones de Bachilleratos: Bachiller en Economía y Administración (que contiene las modalidades de Administración Pública y Economía Social), Bachiller en Ciencias Naturales, Bachiller en Turismo y Bachiller en Comunicación.

Pero las decisiones políticas no siempre van de la mano de la realidad en la que están inmersas las escuelas.  Al centralizarse las tareas administrativas y pedagógicas en tres instituciones sedes (Piedra Buena - El Chaltén - Perito Moreno), que no contaban ni con personal suficiente ni infraestructura adecuada, generó un cúmulo de problemáticas para los primeros egresados, especialmente a la hora de pretender certificar sus estudios. En 2024, nuevas autoridades implementaron un plan para dar respuesta a la demanda de centenares de estudiantes de toda la provincia, creando la EPJA Secundaria (N ° 22) que concentraría la oferta virtual. 

Semanas atrás, las actuales autoridades educativas han informado que la virtualidad solo continuará hasta la finalización del ciclo lectivo 2025; sin dar muchas razones al respecto. Sin entrar a contabilizar detalladamente los comentarios y posteos en las redes sociales por parte de damnificados (estudiantes - docentes) me animaría a afirmar que casi la totalidad se oponen o esbozan una crítica a la decisión gubernamental.

Indudablemente, las ventajas de la virtualidad pesan más que sus desafíos. Cada vez más jóvenes - adultas/os optan estudiar a distancia, máxime si la presencialidad se organiza en función de un régimen académico inflexible, que no contempla los avatares de jefas y jefes de hogar que desean finalizar sus estudios.

La incorporación de tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, sin dudas, van a mejorar la personalización del aprendizaje y ofrecerá recursos más adaptados a las necesidades individuales. Es un proceso que está en marcha y que inexorablemente, la educación tendrá que apropiarse.

La educación a distancia presenta numerosas ventajas, tales como la flexibilidad y el acceso democratizado al conocimiento. No obstante, es crucial enfrentar los desafíos relacionados con la interacción social, la autodisciplina y la infraestructura tecnológica para garantizar una formación de calidad. 

El desarrollo de modelos educativos híbridos y la integración responsable de nuevas tecnologías parecen ser las claves para el futuro de la educación en el país. Ojalá que los funcionarios de la cartera educativa nacional y jurisdiccionales estén a la altura de las circunstancias.

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