LO QUE EL 2024 NOS DEJÓ.

Bajo un presupuesto derivado del 2023 y un gobierno que prometía eliminar lo que algunos denominan privilegios y otros derechos adquiridos, las "leyes bases" entraron en el debate nacional sin ofrecer un diagnóstico exhaustivo de la crisis educativa ni una estrategia clara para avanzar. La educación en Argentina se caracterizó por la incertidumbre constante.

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Vamos a ver algunos puntos neurálgicos de la educación argentina que entraron en tensión durante el 2024.

En 2024, la inversión nacional en educación disminuyó un 40,2% en comparación con el año anterior, según el presupuesto nacional. La "motosierra", fue una promesa central de la campaña del presidente Javier Milei se hizo realidad en la faz educativa. La educación fue uno de los sectores más afectados, con un ajuste casi el doble del promedio general del gasto público nacional, que fue del 21% pero que el gobierno nacional prefirió llamar "inversión inteligente".

Si releen los artículos de meses atrás de este blog, visualizaran que la educación básica se vió más afectada que la superior, es decir, las universidades. Entre 2023 y 2024 (con datos al 22 de septiembre), el recorte de fondos para las universidades fue del 30%. En ese mismo lapso, las caídas fueron del 64% para infraestructura y equipamiento, 57% para acciones de formación docente, 55% para fortalecimiento edilicio de jardines de infantes y 54% para becas a estudiantes, según un informe de "Argentinos por la Educación". A todo esto, sumen la eliminación del FONID que pasó a ser considerado como responsabilidad de los gobiernos provinciales.

El conflicto universitario desencadenó dos marchas federales que mostraron un amplio apoyo a la educación pública. La protesta congregó al Consejo Interuniversitario Nacional, el Frente Sindical de Universidades Nacionales y la Federación Universitaria Argentina, centrándose en cuatro demandas principales: gastos de funcionamiento, salarios de docentes y no docentes, inversión en infraestructura y becas, y fondos para ciencia, tecnología y extensión. De todos ellas, solo el gasto de financiamiento se acordó. Luego, una ley de financiamiento vetada y un presupuesto que no se aprobó. La lucha entre gobierno y universidades (las más conocidas) se agudizó: mientras se tomaban facultades el gobierno les contestaba con auditorias que pretendían ser dirigidas por el ejecutivo, en contraposición con lo que dispone la reglamentación.

El plan de alfabetización, acordado con el Consejo Federal de Educación (CFE), fue proclamado como la joya de la corona en las políticas educativas nacionales. Tampoco podemos olvidar los subsidios temporales (o "vouchers") que generosamente se destinaron a cubrir las cuotas de las escuelas privadas subvencionadas. Un gesto, sin duda, que salvará la educación en el país de unos pocos.

Pero en cuanto a la única propuesta educativa nacional vigente, destaco necesaria esta política frente a los paupérrimos resultados en materia de lectura e interpretación de textos, que en este blog compartimos en artículos del 2024. El plan apunta a garantizar el desarrollo de niveles de lectura y comprensión a partir del tercer grado del nivel primario y establecer un monitoreo y evaluación de las actividades que se apliquen. 

Por otro lado, las pruebas "Aprender" se implementaron acertadamente para tener un diagnóstico real de la situación de niños y niñas del ciclo inicial primario porque esto permitió junto con las provincias realizar los ajustes necesarios a la hora de implementar el plan. 

Otro asunto controvertido fue la intervención en el nivel secundario. Buenos Aires se aventuró con reformas educativas en este nivel, pero no fue ni la primera ni la única: provincias como Río Negro, La Pampa y Mendoza ya estaban en ello. Aquí vale la pena una pausa: siempre estamos en el dilema de si estas reformas deben ser integrales o sectorizadas, desde dónde deben surgir las innovaciones y cómo evaluarlas una vez implementadas. No es una tarea sencilla, pero mi experiencia sugiere que cuanto más integral sea la reforma y más actores educativos se involucren, mayor será la garantía de mejora. Solo así se logra el compromiso necesario para continuar, ajustar y optimizar los resultados esperados. 

Un aspecto que no es revolucionario, porque Santa Cruz ya lo había implementado, es que los estudiantes ya no repetirán un año completo, sino que solo deberán recursar las materias desaprobadas. La reforma de Alberto Sileoni (ex ministro de CFK), establece que la acreditación de conocimientos será "por materia", con notas numéricas cuatrimestrales, adoptando un formato más parecido al del nivel universitario. Esta iniciativa incluyó en octubre un llamado a concurso para que 3.762 directores y vicedirectores puedan titularizar sus cargos en escuelas estatales. ¿Por qué? Porque este tipo de reformas integrales determinan la necesidad de que las instituciones escolares ajusten sus organizaciones funcionales en función de garantizar el acompañamiento pedagógico de cada estudiante y para eso urge modificar el estatuto. Un giro educativo digno de ver cómo se desarrolla.

En medio de esta convulsionada situación educativa, una buena noticia tomó estado público. En octubre de 2024, el Colegio María de Guadalupe, ubicado en el barrio Las Tunas, en la periferia de Tigre, se alzó con el prestigioso premio World’s Best School Prize, convirtiéndose en la primera institución educativa argentina en obtener este galardón. Este reconocimiento, otorgado por T4 Education, destaca la excepcional colaboración del colegio con su comunidad y su impacto positivo en la vida de sus estudiantes. El Colegio María de Guadalupe fue distinguido por su enfoque integral que combina el aprendizaje académico con el desarrollo profesional, permitiendo a los estudiantes provenientes de contextos de vulnerabilidad social acceder a mayores oportunidades laborales y académicas.

La Argentina viene registrando una caída en los nacimientos. Entre 2014 y 2022 la natalidad bajó un 36%: pasó de 777.012 nacimientos a 495.2952. Esta tendencia demográfica empezó a impactar en la matrícula escolar, primero en el nivel inicial y luego en primaria. Algunos expertos señalan que este proceso permitirá invertir más recursos por estudiante y así mejorar su calidad educativa, partiendo de la premisa que para el 2026 el sistema educativo podría ofrecer vacantes para todos los niños de 3, 4 y 5 años sin necesidad de aumentar la inversión, simplemente manteniendo la misma cantidad de vacantes del 2023. Sin embargo, hay un tema que no todos conocen. En muchas jurisdicciones, las salas de 3 años no son obligatorias y no se encuentran incluidas en sus sistemas educativos. Por lo tanto, si la reducción de natalidad se acentúa en los próximos años, y con la oleada de ajustes presupuestarios que las administraciones gubernamentales vienen aplicando, el panorama podría significar el cierre de salas actuales. Como resultado, se reduciría el servicio de docentes y auxiliares del nivel inicial, y se perdería la categoría institucional que establece el estatuto docente. No digo que esto vaya a pasar, pero no deberíamos descartarlo.

En 2024, el Consejo Federal de Educación (CFE) comenzó a trabajar en una futura reforma para el 2025 sobre la formación docente. En este punto "hay mucha tela para cortar". Lo anticipamos en artículos de este blog entre agosto y septiembre pasado. Es una reforma que nos debemos. No se puede innovar un sistema si su principal herramienta, en este caso el / la docente no se actualiza en su formación de grado y su perfeccionamiento a lo largo de su carrera. Ya lo deben haber escuchado o leído antes: continuamos enseñando en edificios diseñados, con educadores formados con metodologías del siglo XX a niñas, niños y adolescentes nacidos y criados del siglo XXI.! Algo hay que hacer ¡

La reforma en la que están trabajando amplía el tiempo de práctica en las escuelas, habilita la posibilidad de abrir profesorados “multidisciplinares” (para que un mismo profesor pueda dar más de una materia), permite que se dicte hasta un 50% de las horas de clase en modalidad virtual (sin incluir las prácticas), e incorpora la formación en educación inclusiva para todos los profesorados. Pero eso no es todo; los institutos de profesorados también serán evaluados para “asegurar y mejorar los criterios y parámetros de calidad para las instituciones formativas”, según la resolución federal recientemente sancionada. Probablemente, CTERA y otros gremios activarán sus planes de lucha, ya que consideran que detrás de esta medida hay otro ajuste. Lo cierto es que la reforma es necesaria. Habrá que ver en qué medida la confederación y los gobiernos que la apliquen logran ponerse de acuerdo en sus paritarias.

Hace un año, el Gobierno nacional presentó la primera versión de la Ley Bases. Aunque aquella propuesta no fue aprobada, el Poder Ejecutivo ha anunciado que planea enviar al Congreso un proyecto que reúna las medidas educativas incluidas en dicha ley. Entre ellas se encuentran la implementación de un examen obligatorio al finalizar la escuela secundaria, la posibilidad de arancelar las universidades públicas para estudiantes extranjeros no residentes y la difusión de los resultados de evaluaciones por escuela. 

El otro aspecto pendiente a tratar para este 2025 fue declarar a la educación como servicio esencial, para garantizar una “guardia mínima” de personal en las escuelas durante las medidas de fuerza. La medida quedó sin vigencia cuando la Justicia suspendió el capítulo laboral del DNU 70/2023, pero luego otro proyecto impulsado por el diputado y exministro Alejandro Finocchiaro (ex ministro de Macri) obtuvo la media sanción en la Cámara de Diputados, pero no así en Senadores.

La otra polémica en materia educativa que en breve veremos en los medios de comunicación es la eliminación de la Educación Sexual Integral (ESI). Los más conservadores y doctrinarios de la LLA entienden que esa ley sólo sexualiza a la infancia. La polémica tuvo particular foco en algunas escenas de "Cometierra", una novela de Dolores Reyes que el gobierno bonaerense introdujo en escuelas secundarias y de adultos, pero lo que no expresan con claridad ni los funcionarios, ni los medios de comunicación, y mucho menos los que comentan en las redes sociales, es que el ESI es necesario trabajarlo transversalmente y propiciando las condiciones institucionales para el efectivo cumplimiento de los derechos tanto de niños, niñas y adolescentes como del personal docente y de toda persona adulta de la comunidad educativa.

Este 2024, nos quedamos huérfanos de una "curiosa de la educación" a la que seguramente leímos en el profesorado o en talleres docentes, o al menos en algún libro o fragmento de sus propuestas educativas: Melina Furman. 

Ella afirmaba que los seres humanos contamos con "superpoderes" y alguna vez expresó: "la curiosidad como mecanismo de aprendizaje durante toda la vida, la flexibilidad y el deseo de aprender van a ser cada vez más importantes".

Para finalizar, el 2024 estuvo marcado por altos niveles de incertidumbre, debates, luchas y protestas, pero también por ciertos esclarecimientos sobre de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde queremos ir en materia educativa. Veremos qué nos depara el 2025.

Buen comienzo de año, amigos y amigas.


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