EDUCACIÓN NO FORMAL: PASADO, PRESENTE Y FUTURO.
Una distinción clave entre la educación formal y la no formal es que esta última suele consistir en actividades autónomas, aunque algunas pueden formar parte de sistemas más extensos de desarrollo, como el socio comunitario. En algunas jurisdicciones, la educación no formal se vincula con la formal, a través de programas educativos para jóvenes y adultos, destacando diferencias en sus objetivos educativos, pero también similitudes; ambas buscan enriquecer y optimizar el aprendizaje informal, y en ciertos casos, emplean métodos similares.
En este artículo vamos a analizar su historial, su presente en base a las normas que hoy la rigen y su potencial futuro.
SUS ANTECEDENTES.
El concepto de educación no formal surgió para desafiar la noción de que la educación solo ocurre dentro de los sistemas educativos formales y que se limita a la infancia y juventud. Con las escuelas primarias y secundarias luchando por adaptarse a los cambios sociales, la economía global y la política llena de conflictos de interés, emergió la necesidad de desarrollar nuevos métodos y espacios educativos que complementaran la educación escolar, conocidos como "no formales". Fue a finales de los setenta cuando el término "Educación no formal" se integró al vocabulario pedagógico.
La educación no formal ganó popularidad en 1967 durante la Conferencia Internacional sobre la Crisis Mundial en Educación, celebrada en Virginia, EE. UU. El Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación de la UNESCO, liderado por P.H. Coombs, fue el encargado de redactar el documento base para el congreso, destacando la importancia de desarrollar métodos educativos alternativos a los tradicionales, denominados educación informal y formal.
La educación formal es aquella que está institucionalizada, estructurada en grados cronológicos y jerarquías, abarcando desde la escuela primaria hasta la universidad. La educación no formal comprende actividades educativas organizadas y sistemáticas fuera del entorno escolar oficial, destinadas tanto a niños como a adultos. Por otro lado, la educación informal es un proceso continuo a lo largo de la vida, donde se adquieren conocimientos, habilidades y actitudes a través de las experiencias diarias y la interacción con el entorno.
Philip Hall Coombs, en su obra "La crisis mundial de la educación" de 1971, derivada de la Conferencia Internacional sobre la Crisis Mundial de la Educación de 1967, clasifica la educación en dos categorías: formal e informal. No obstante, reconoce que la educación informal incluye tanto actividades estructuradas pedagógicamente como aquellas que carecen de esta organización.
De acuerdo con Coombs, la educación no formal o informal en las naciones industrializadas busca compensar y complementar las carencias del sistema educativo formal para: facilitar la movilidad laboral transformando a los desempleables en empleables; proporcionar actualización y capacitación constante que favorezca la productividad; y mejorar la calidad de vida enriqueciendo el tiempo de ocio, mientras que en las naciones en desarrollo recurren a la educación no formal para superar las deficiencias de su sistema educativo. Menuda diferenciación la del señor Coombs. Se centran en aquellos que nunca han tenido acceso a la educación o que la abandonaron, ofreciéndoles una oportunidad para reintegrarse en un modelo educativo adaptado a sus necesidades.
En nuestro país, y específicamente en nuestra región, la ENF se la incorporó a la educación formal primaria para adultos ante la falta de ofertas más atractivas vinculadas a la formación o capacitación laboral. La oferta educativa no formal de estas escuelas de adultos va (y lo pongo en presente porque aún están vigentes en varias localidades) desde las artes practicas (costura, bordado, tarjetería, entre otras) hasta oficios varios como carpintería, herrería, entre otras.
HOY
La educación no formal tiene metas claras: diseñar programas educativos que fomenten actitudes positivas, valores, habilidades y estructuras sociales que impulsen el cambio y satisfagan las necesidades actuales; desarrollar cursos de formación que incrementen las posibilidades laborales, el ingreso de las familias y mejoren las condiciones de vida; y difundir conocimientos esenciales y destrezas comunicativas para la integración social. Estas metas se pueden encontrar en la actual Ley de Educación Nacional N ° 26.206.
El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, junto con el Consejo Federal de Educación, se encarga de establecer las políticas para asegurar que la educación en áreas rurales sea de calidad similar a la urbana. Buscan organizar programas de educación no formal que fomenten el desarrollo laboral y cultural de las comunidades rurales, poniendo especial atención en las mujeres.
La Educación No Formal (ENF) está estrechamente vinculada con la Educación en Contexto de Encierro (ECE). Según el artículo 56 de la normativa nacional, es fundamental "garantizar alternativas de educación no formal y respaldar las propuestas educativas de las personas privadas de su libertad". Además, la Educación a Distancia se presenta como una estrategia pedagógica y didáctica válida para varios niveles y formas del sistema educativo, ayudando a alcanzar las metas de la política educativa y siendo compatible con la educación formal e informal.En el Título IX de la LEN, "el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires promoverán propuestas de Educación no Formal destinadas a cumplir con los siguientes objetivos: a) Desarrollar programas y acciones educativas que den respuesta a los requerimientos y necesidades de capacitación y reconversión productiva y laboral, la promoción comunitaria, la animación sociocultural y el mejoramiento de las condiciones de vida. b) Organizar centros culturales para niños/as y jóvenes con la finalidad de desarrollar capacidades expresivas, lúdicas y de investigación mediante programas no escolarizados de actividades vinculadas con el arte, la cultura, la ciencia, la tecnología y el deporte. c) Implementar estrategias de desarrollo infantil, con la articulación y/o gestión asociada de las áreas gubernamentales de desarrollo social y de salud para atender integralmente a los/as niños/as entre los cuarenta y cinco (45) días y los dos (2) años de edad, con participación de las familias y otros actores sociales. d) Coordinar acciones con instituciones públicas o privadas y organizaciones no gubernamentales, comunitarias y sociales para desarrollar actividades formativas complementarias de la educación formal. e) Lograr el máximo aprovechamiento de las capacidades y recursos educativos de la comunidad en los planos de la cultura, el arte, el deporte, la investigación científica y tecnológica. f) Coordinar acciones educativas y formativas con los medios masivos de comunicación social".
Actualmente la mayor parte de las exigencias de formación tienden a ser satisfechas a través de instituciones escolares directamente vinculadas al Estado y formalmente autónomas de los procesos y estructuras de producción. La autonomía natural de la formación, en relación con la producción, ha sido y es puesta en cuestionamiento por su carácter artificial.El panorama de las instituciones de Formación Profesional en Argentina ha sido diverso desde sus inicios, evidenciado en las variadas denominaciones como Centros de Formación Profesional, Escuelas Profesionales, Anexos de Escuelas Técnicas, Centros de Capacitación Laboral, entre otros. Esta variedad institucional se ha visto reflejada en diferencias en dependencias, estructuras organizativas y ofertas formativas no estandarizadas, afectando denominaciones, contenidos, duración de cursos y certificaciones. La nueva legislación, impulsada por la Ley de Educación Nacional y reforzada por la Ley de Financiamiento Educativo y la Ley de Educación Técnico Profesional, define las directrices fundamentales de la educación pública en Argentina.
La tecnología actual promueve el aprendizaje independiente y efectivo, extendiéndose más allá de las aulas tradicionales. Apoya la educación a distancia y fortalece el autoestudio. Por otro lado, la escuela convencional se ha centrado en transmitir conocimientos más que en habilidades prácticas, perdiendo conexión con el mundo laboral. Existe una brecha evidente entre lo que enseñan las instituciones educativas y las necesidades del mercado laboral. Ante esta desconexión, la educación no formal surge como una solución, creando programas que atienden estas deficiencias en algunas comunidades. Los cambios sociales y laborales demandan nuevas necesidades educativas, las cuales son satisfechas por la educación no formal.
Mientras tanto, en nuestra región, la ENF sigue siendo marginal, distante de la integración de las TIC y de propuestas innovadoras, y carece del apoyo presupuestario necesario para implementar programas, proyectos y planes que respondan a corto, mediano y largo plazo y que estén directamente conectados con las necesidades socioeconómicas de cada comunidad. ¿Deberá la ENF integrarse a la Formación Profesional para obtener certificaciones de capacitación laboral? O, ¿deberá reconfigurarse normativamente para preservar su identidad y ser una alternativa a la FP? Este debate lleva años en curso. Sin embargo, cuanto más demoremos en tomar decisiones, más complicado será reconstruir su futuro.
SU FUTURO
Considero que, a corto plazo, los ministerios, secretarias o consejos de educación deberán establecer lineamientos de Educación No Formal ajustados a la realidad económica, social y cultural de cada comunidad. Habrá que realizar un diagnóstico exhaustivo de las prácticas de ENF en cada jurisdicción, establecer acuerdos con entes o instituciones gubernamentales y no gubernamentales, cámaras de comercio e industria y desde allí, establecer propuestas innovadoras.
Es clave explorar distintas experiencias de innovación educativa, ya sean formales o informales, para determinar cuáles son las más apropiadas para ofrecerlas educativamente. Los MOOCs son una de las iniciativas más revolucionarias: cursos con fechas específicas de inicio y fin, disponibles en línea, capaces de albergar a muchos estudiantes, y abiertos a todos sin costo alguno (Siemens, 2013). A pesar de que originalmente se pensó que reemplazarían la educación convencional, actualmente se emplean más que nada como herramientas de aprendizaje continuo (Aguado, 2017).
Es fundamental reconocer que la educación es un viaje que dura toda la vida, no se limita a la etapa universitaria. Continuamente estamos aprendiendo y creciendo en conocimiento y experiencia.
Para más información: